A pesar de todo

Hoy me pasé dos paradas del bus; volví a ver a la chica que leía Niebla.

Esta vez me senté frente a ella. No llevaba ningún libro, pero me conformé con poderla mirar. ¿Por qué he de obsesionarme tan fácilmente? Hubo una vez en la que soñé durante tres noches seguidas con alguien a quien sólo vi durante un momento. Era guapa, y no es que me resulte indiferente una cara bonita, pero lo que más llamó mi atención es que estuviera escribiendo a solas en un mirador. No dejé de pensar en ella durante los días siguientes, del mismo modo que ahora no puedo dejar de pensar en la chica que tengo frente a mí.

Y ni siquiera sabe que existo.

Pero eso no evita que se me acelere el pulso durante lo que dura el trayecto, hasta que finalmente llego a mi parada de siempre, y, sin haberlo planeado con antelación, la turbación decide por mí que no me levante del asiento. Quiero decirle algo. 

Pero, ¿qué decir? ¿Cómo expresar esto? Es más: ¿debería hacerlo? me tomará por loco.

Me planteo hablarle del libro. Algo así como "me resultó muy cómica la tragedia de Augusto, el protagonista". ¿Pero qué pensaría? No solo se dará cuenta de que la miraba hace unos días, cosa que no soporto, sino que me parece tremendamente pedante. Empiezo a repasar mentalmente cuanto se me ocurre poder decir, pero tengo motivos para descartar cada frase; la que no es cursi es demasiado descarada, y, si no, absurda y tremendista. O nimia o trivial, da igual. Nada me vale.

Y ella se baja. Se va. Y yo sigo aquí sentado sin haber dicho nada.

La sigo.

No hay mucha gente por la calle; temo que se de cuenta de lo que estoy haciendo mientras sigo preguntándome qué puedo decirle. Tiene que ser algo rápido, antes de que llegue a su portal o se meta por cualquier callejón. No quiero que me confunda con cualquiera. Pero, ¿cómo iba a ser si no? 

Continuo caminando. No parece haberse dado cuenta de nada, aunque ahora tengo un motivo más para estar nervioso: temo que me descubra. Que se asuste o algo peor. Y la idea de que esto es una estupidez comienza a hurgar dentro de mí; no sé cómo acercarme sin que piense que miento o que soy un idiota. Ahora no me tomará por un cualquiera, pero, joder, escribí sobre ella tras haberla visto durante unos segundos; pensará que soy un obseso.

Nada de esto servirá para nada.

Las ilusiones siempre son falsas, y siento que no puedo hacer nada por cambiarlo. Le diga lo que le diga igualmente está destinado al fracaso; nada funcionaría, y, aunque lo hiciera, cualquier esfuerzo por convertirlo en algo duradero sería infructuoso. Todo está abocado a la destrucción. Todo es completamente inútil.

Sigo acercándome, ahora con paso rápido.

Bah, nada de esto no tiene sentido.

Paso de largo, dejándola atrás.


(Justo para un instante después culparme por no aprovechar la vida, a pesar de todo. Aunque ese todo sea un montón de mierda.)

7 comentarios:

Dementia Praecox dijo...

Me gusta leerte y siempre vengo a pedirte más.


¿más?

Jav Craig dijo...

Una vez me obsesioné con un hombre joven que vi en el metro de londres. Ahora estoy obsesionada con el hecho de que la compañia masculina me agrada demasiado. Así como suena xD

Danielle dijo...

Aprovecha el momento, o eso dicen.

Increible.

Dementia Praecox dijo...

A pesar de todo hay un todo.

Leyla dijo...

Sólo por lo mucho que me ha gustado leerte he vuelto a publicar. Gracias por escribir tan bien, te prometo (no es por peloteo, lo juro) que hacía ya tiempo que no leía un blog "nivolesco" tan bueno.

Unknown dijo...

si las mujeres supieran las veces q las seguimos en secreto..

http://imgs.xkcd.com/comics/creepy.png

buen blog.

Leyla dijo...

Lo sabemos.